p r o j e c t s: film ends 2022
Film Ends reduces the photographic process to its most basic and spontaneous element. A serendipitous discovery, Film Ends came about while Wiseman was immersed in the development of his soon to be published book Elvis Never Was in Acapulco. During the revision of his archive for old photographs from Acapulco, Wiseman scanned strips of negatives in batches which inevitably included the tips of the film: The unexposed celluloid that had passed through the same chemical process that the rest of the film was submitted to. These scans caught the artist’s imagination, they seemed accidentally relevant to the images photographed. Atmospheric textures and tones echo the pictures created on the same roll of film. The careful subjective process of taking a photograph is subverted by the completely uncontrolled randomness of these film ends yet somehow, they complement one another. Wiseman decided to print these analogue scans without retouching them. When seen from afar they look like carefully constructed abstract expressionist paintings, up close they bare the textures and scars of time; scratches, stains, hairs and dust. Film Ends became an essential part of Elvis Never Was in Acapulco, creating an atmosphere of a nostalgic, technicoloured, celluloid holiday destination of yesteryear.
La serie Film Ends surgió como un descubrimiento fortuito mientras Adam Wiseman desarrollaba su libro Elvis nunca estuvo en Acapulco. Durante la revisión y recopilación de material de su archivo fotográfico sobre Acapulco, Wiseman escaneó tiras de negativos cuyos extremos o puntas sin exponer habían pasado por el mismo proceso químico que el resto de la película. Estos escaneos, que reducen el proceso fotográfico a su elemento más básico y espontáneo, parecían accidentalmente relevantes y en sintonía con las imágenes fotografiadas. Las texturas y los tonos atmosféricos hacen eco de las imágenes capturadas en el mismo rollo de película. El cuidadoso proceso subjetivo de tomar una fotografía se ve subvertido por la aleatoriedad por completo descontrolada de los extremos de la película y, de alguna manera, se complementan entre sí. Los escaneos, que muestran tal cual lo que figura en el soporte analógico, sin retoque digital, a la distancia semejan pinturas expresionistas abstractas, cuidadosamente construidas; mientras de cerca muestran las texturas y cicatrices del tiempo: arañazos, manchas, pelos y polvo. Por su riqueza visual, Film Ends se convirtió en una parte esencial de Elvis nunca estuvo en Acapulco, al aportar a la publicación una atmósfera de destino vacacional nostálgico, tecnicolor y con las cualidades del celuloide de antaño.